0
En noviembre de 1819 se incorporó al Ejército de los Andes, en el Regimiento de Granaderos a Caballo, con los que hizo la campaña independentista al Perú. Allí participó en el desembarco en Paracas y en la batalla de Nazca.
Cuando un escuadrón realista se dispuso a pasarse al bando independentista, San Martín le envió instrucciones y garantías con una pequeña partida mandada por el teniente Pringles. Pero éste fue sorprendido por una partida realista en la playa de Pescadores, cerca del pueblo de Chancay. Superado por el número de sus enemigos se arrojó al mar, dispuesto a morir antes que rendirse o perder los mensajes. El general realista Gerónimo Valdés le prometió respetar su vida, lo ayudó a salvarse y le permitió destruir los mensajes. Estuvo prisionero en el Callao hasta que éste cayó en manos independentistas. Se reincorporó a su regimiento, con un escudo que decía "Gloria a los Vencidos en Chancay".

Publicar un comentario

 
Top